A ver.........cómo explico esto.
Si metes en una batidora el miedo y la vergüenza, no sale un margarita, un sex on the beach, ni un manhatan.
Si metes esos dos mismos ingredientes, con hielo en una cocktelera y agitas hasta que sude de frío el recipiente, tampoco sale ningún cocktail famoso, ni si quiera nada que pueda ser apetecible.
También podríamos añadir la frustración, porque a las olimpiadas siendo un "suertudo" llegas una vez en la vida, y los intentos no son tan numerosos como te gustarían. Por eso siempre hay una retirada...y la mía no es a tiempo, he tardado más de lo que debiera, y he forzado cualquier situación, por llegar. Visto desde el ámbito deportivo, se podría llamar tozudez, y todo el mundo te daría golpecitos en la espalda diciéndote que quien la sigue la consigue, que si es tu sueño...que...que y qué, sin saber...que tu sonríes por compromiso, que estás tan cansado, que ya piensas que algunas cosas llegan solas y son increíbles.
Pero si no hablamos de juego o deporte, es una valiente gilipollez que implica un cansancio personal para ti mismo y todo aquel que te tenga que soportar. Solo porque sea lo que tu quieres...porque...¿y lo que quieren los demás qué?...Voy a dar tregua, voy a bajar la cabeza, y no voy disparan más palabras. Todos merecemos no ser avasallados con mierda y más mierda.
El miedo a perder lo que uno quiere, y la vergüenza de saber que lo ha hecho mal y que tal vez ese mismo miedo lo haya hecho perder, hace que solo me quede mirar de reojo, como cuando un perro busca la aceptación de nuevo...qué intento explicar, si la imagen lo dice TODO.
Amén hermana [...]